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28 sept 2016

La vida es una historia que tú escribes...

La vida es una historia que tú escribes cada día, con cada decisión, con cada palabra. Es una comparación perfecta a mi parecer entre un libro y nuestro paso por el mundo. Nacemos con todas las hojas en blanco, disponemos de todos los folios que necesitemos para escribir, y nos vamos con toda una historia a nuestra espalda. Tu vida tiene comas, puntos, puntos aparte, puntos seguidos, punto y coma, dos puntos, comienzos de frase; tiene frases sin acabar con puntos suspensivos y frases rotundamente acabadas; tiene párrafos y tiene capítulos.
Para los cinéfilos se puede cambiar por un guión de un taquillazo, y si eres un nostálgico y prefieres el teatro, divide tu vida en actos.
Antes solía escribir, escribía mucho, de todo un poco y nada en concreto, me evadía y aliviaba. Desde bien pequeña sentía que tenía que plasmar cada pensamiento que me rondaba y dejar constancia de cada acontecimiento que ocurría. Creces y por alguna extraña razón no tienes tiempo para nada, incluso el tiempo que tienes libre es tiempo ocupado en no hacer nada, y dejas de sacar tiempo para esas cosas que te evaden, que te alivian, y dejé de escribir.
Lo que si hago y haré es leer, leo en abundancia y con prisa, otra veces más despacio y disfrutando la lectura, con voracidad o interés, pero leo. Leo historias de acción, de amor, de fantasía, con drama o tragedia, tragicomedias como las nombrarían en la antigüedad, históricas, de ficción o tan reales como una vida. Una vida. La historia de una vida podría ser hasta un best seller, las hay más sencillas como un buen libro de bolsillo o vidas tan tristes y complejas como una pesada novela oscura. Por desgracia también hay vidas ambientadas en los peores lugares, remotos, en los que suceden cosas horribles, esas vidas que nadie desearía tener pero que algunos deben escribir porque nadie elige donde nace, donde empieza su libro en blanco.
A menudo me distraigo por la calle observando a la gente, es una mala costumbre pero no puedo evitar fijarme en algunas personas que llaman mi atención, me imagino cómo serán sus vidas, cual es la anécdota detrás de cada cicatriz, si se habrán enamorado alguna vez o incluso si son felices. Algunos podrían pensar que soy una descarada, maleducada o insolente por mirar tan fijamente a quien pasa, pero no puedo reprimir mis ganas de saber que hay detrás de cada uno, de pensar en acercarte y preguntar “¿Cuál es tu historia?”.
Los personajes de los libros tienen vidas e historias trepidantes, que te atrapan, emocionantes o tranquilas, con amores de ensueño o amistades eternas, todos hemos deseado tener la vida de alguno de ellos. ¿Pero acaso no leemos por eso? Para olvidarnos de nuestra propia vida, nuestros problemas, imaginar cómo sería estar en otra piel, meternos de lleno en esa vida ajena que alguien ha plasmado en papel para nosotros.
 Lo que no deberíamos hacer es olvidarnos de que nuestra vida la escribimos nosotros: Que nadie escriba por ti tu historia; que tu día a día, año por año, se lea con tu tinta y no con la de quien trate de controlarte; escríbela con tu letra que es increíblemente hermosa, no hay letras feas; si escribes tus pasos con letra ilegible está bien, como los que tienen tanta prisa por seguir viviendo llenos de energía como para pararse a corregirla; si tu letra es precisa y florida está bien, como los que quieren que toda su historia sea pausada y bonita; escríbela como quieras pero escribe tú.
Que nadie sea tu personaje principal, eso lo eres tú. No tengas miedo de pasar de capitulo, toda historia avanza, o de quitar algún personaje que no cuadre en tu párrafo, a veces hay gente que debes sacar de tu historia para poder continuar. Se valiente e incluye nuevos integrantes a esa maravillosa novela, siempre pueden aportar algo. Comete erratas ya que todo libro las puede tener y no sufras por los borrones, solo son signos de que tu vida tiene baches y que de todo se aprende algo. Si tú cambias tu forma de escribir tu vida cambiará, tomarás decisiones que trastocarán todo el rumbo de tu historia y mejorarás tu narrativa con cada lección que aprendas. Se osado y ábrete al mundo, deja que la diversidad de la vida de los demás te aporte algo a la tuya, da giros bruscos e inesperados a tu vida y no seas monótono. Escribe en prosa o en verso, lo que más te guste, haz comentarios aparte en las hojas de tu libro, que nadie decida por ti como continuar. No hagas caso a quien diga que tu vida es peor que la de nadie porque recuerda que es genial tal y como tú la escribas y no es comparable con la de otros. Que nadie te juzgue, nadie conoce tu historia mejor que tú.
El mejor corrector o diccionario en tu vida es tu propia experiencia, utilízala para no cometer el mismo error dos veces o para saber pasar página. Sobre todo recuerda que puedes escribir en tu historia lo que quieras, en ella puedes ir donde quieras y llegar a ser lo que quieras, porque tú tienes el poder de escribir el final de cada capítulo. Y si para llegar a donde deseas tienes que esperar mucho o esforzarte bastante, piensa que ningún libro se escribió en un solo día.
Ahora te toca a ti seguir escribiendo, lleves ya mucho escrito, o aún estés empezando a decidir de qué tratará tú historia, continúala de forma que cuando vayas por la calle alguien te observe con ganas de acercarse a preguntar: “¿Cuál es tu historia?”.
LAURA G.S.

5 comentarios:

  1. Me gusta mucho cómo escribes. Me quedo como seguidora, tengo ganas de leer tu segunda entrada.

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    1. ¡Muchísimas gracias! Intentaré subirla la semana que viene, espero estar a la altura. Que ilusión��

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  2. Me gusta.Es un buen plan para esta vida llenartu historia de capitulos...Cuanto mas coloridos mejor.
    Espero a la proxima.

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  3. Me gusta.Es un buen plan para esta vida llenartu historia de capitulos...Cuanto mas coloridos mejor.
    Espero a la proxima.

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